tu vaquero, el que mejor te sienta, con el que más cómoda estás. Ese que te llevas a todos los viajes, que es imprescindible porque te ves fenomenal con él y es casi una segunda piel. Que lo puedes combinar de todas las formas posibles… con una blusa negra (o blanca) y taconazo para ir a cenar; con camisetas blancas para ir de compras, para caminar, o tomar un vinito…
Búscalo con cariño porque no se trata de marcas ni precio, sino de la forma, del tejido, de la estructura del patrón que tenga, pero sobre todo que te encaje, con tu personalidad, con tus gustos, con tu cuerpo. Dedícale un tiempo, merece la pena!